Un lugar privilegiado entre la costa y los campos

La comarca del Baix Empordà se encuentra en el centro de la Costa Brava. Con un relieve muy llano, por eso el nombre de bajo Ampurdán, se reparten pequeños pueblos estratégicamente situados entre la história y la economia de la zona. Tanto los pueblos medievales del interior como los típicos de costa son protagonistas de espectaculares postales, rincones con encanto, detalles singulares que valen la pena ser todos visitados.

La comarca se encuentra enmarcada por la cordillera de las Gavarres que nos separa de la capital de la provincia de Girona y por el Montgrí, silueta reconocible en el paisaje ampurdanés.

Coincide con la zona central de la Costa Brava donde se reparten pequeñas playas en medio de un terreno rocoso entre pinares. El verde y azul se mezclan sabiamente para crear este paisaje tan característico. Se puede recorrer la costa a través de sus caminos de ronda, todos ellos señalizados y representados en mapas turísticos que recorren toda la costa.
Sin dejar la costa, poblaciones con mayor peso económico como Palamós con el puerto más importante que recibe la visita de grandes cruceros durante todo el año y donde se encuentra el principal mercado de pescado, con la lonja donde se pueden ver las subastas diarias. Playa de Aro como centro de ocio y Estartit donde acuden anualmente miles de submarinistas de todo el mundo para poder disfrutar de las Islas Medes, declaradas como parque natural y espacio protegido conocido por su fondo marino.

No nos hemos de olvidar de las poblaciones del interior donde PalsMonells y Peratallada son los estandártes de los pueblos medievales que han conservado su pasado en sus calles y casas. A pocos quilómetros unos de otros, todos alrededor de la capital de la comarca La Bisbal d'Empordà, es conocida también como capital de la cerámica, por su influencia e industria artesana de este oficio.